¿SER PAPÁS COMO?...JUGANDO
- rafael4019
- 27 jun 2014
- 2 Min. de lectura
Ser papás como…jugando
El juego es parte muy importante para nosotros en nuestro día a día con Fabio de 2 años y Santiago de 9 meses, interactuamos y jugamos con ellos desde que se levantan hasta que se acuestan, estamos seguros que aprenden mejor y captan mejor los mensajes incentivando su creatividad, imaginando historias por ejemplo cuando se lavan las manos que matan monstruos con el jabón, jugamos al doctor para que le pierdan temor a la bata blanca, le hacemos pelucas graciosas a sus juguetes de baño para que se les olvide el shampoo, cantamos, saltamos, bailamos, y lo hacemos no sólo por ellos, se nos hace más fácil y es divertidísimo.
Sabemos que lo hacemos bien cuando observamos a Fabio enseñarle a su hermanito a jugar, cuando lo incluye en sus juegos, cuando lo distrae cantándole, haciéndole muecas; sabemos que somos su mayor ejemplo y si nosotros jugamos siendo adultos, ellos entenderán que el juego es parte de toda nuestra vida y no sólo de la niñez y se les hará más fácil seguir la cadena.
¿Porque vemos jugar más a los abuelos que a los padres?. ¿ Porqué educarlos es opuesto a divertirlos? Esa idea de jerarquía, de obediencia, de mando, hace que perdamos la naturalidad al juego, pensamos que al bajar a su mundo se nos subirán a la cabeza, y sí se suben, pero para que les hagas caballito.
Al jugar con ellos, al dejarnos guiar por ellos en su mundo imaginativo, creamos confianza, para ellos saber que entendemos su mundo que lo compartimos, que lo vivimos, que nos gusta y lo disfrutamos los hace más unidos, más compenetrados, más cómplices, cuando crezcan sabrán que pueden confiar en nosotros porque los entendemos, porque nuestros mundos no son tan distantes, porque desde pequeños tuvimos un mundo en común, ese momento, esa canción, ese juego.
Si hacemos memoria, estamos seguros que nuestros recuerdos de infancia no se basan en marcas de ropa, o de juguetes o lugares, sino en experiencias simples junto a nuestros seres queridos, un cuento con papá, un juego en especial en familia, una canción con mamá, un pastelito de barro o el caballito de papá, creemos recuerdos en nuestros hijos, no basta con llevarlos al parque juguemos con ellos, ensuciémonos, corramos, cantemos a viva voz, saltemos y marchemos, olvidémonos del tiempo, de los quehaceres, no necesitarán cursos de superación, ni psicólogo, porque jugar desestreza, divierte, une, incentiva la creatividad.
No es fácil, con el tiempo en nuestra contra siempre, con los espacios que nos encierran cada vez más, pero vale la pena, lo más difícil es liberar al niño que la adultez nos obligó a esconder, para “madurar”. Todos queremos lo mejor para nuestros hijos, jugar con ellos debería ser tan importante como alimentarlos correctamente, darles la mejor educación, asegurar su salud y su abrigo.
Irina y Fede Arana
Ingeniera y educador, Papás de Fabio y Santiago
Familia de Comunidad Educativa El Pez en la Luna
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