El tiempo de los niños es vivir en el presente
- rafael4019
- 10 abr 2015
- 1 Min. de lectura

Los niños enfrentan innumerables acontecimientos que los lleva a formar una imagen de sí mismo, esta imagen se enfrenta a una relación con los adultos, que en ocasiones caemos en presiones, con una mirada del niño como proyecto que necesita prepararse para el futuro. El niño deja de ser niño sino un proyecto que necesita prepararse para el colegio, la universidad, el éxito.
Al observar a un niño jugar, se observa el disfrute del presente, la atención completa en el hacer con alegría, ni el pasado ni el futuro interviene en su bienestar. El prepararlos para un futuro los inhibe en el presente, dejando de respetar sus tiempos, ya que los niños se trasforman en un futuro al disfrutar bien en su presente. Ampliar nuestra conciencia como adultos es entender el vivir y el convivir, como escucho sin imponer mi razón, sino escucho del corazón, amar es ver, es escuchar.
La mirada como adultos desde el respeto por los tiempos de los niños, con una escucha desde corazón, favorece el desenvolvimiento de niños amorosos, confiados en el espacio en el cual donde se encuentra, moviéndose sin exigencia sino en la alegría del presente.
La invitación es poner el centro en el amar de cada uno de nosotros, acompañar a los niños en el reflexionar como un acto de la emoción, no de la razón, donde suelto mi apego, lo miro, y en seguida puedo poner elementos racionales según aquello que veo.
Marcela Suárez Letelier
Educadora de Párvulos
Licenciada en Educación
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