BENEFICIOS DE VIVIR EN ARMONÍA
- rafael4019
- 27 ago 2014
- 3 Min. de lectura
BENEFICIOS DE VIVIR EN ARMONÍA
Los seres humanos somos parte de la naturaleza, y como tales compartimos con ella componentes como el agua, los minerales, vitaminas… Cuando la naturaleza se ve afectada, los seres humanos se ven afectados también. Debido a que el ser humano viene de la naturaleza, el cuerpo, la mente y (por qué no) el alma, recogen en este ambiente de forma más eficiente la información que necesitan para madurar de forma integral. Así por ejemplo, un bebé que está expuesto a diversas texturas, olores, colores, temperaturas.. recogerá de mejor forma la información que fortalecerá su cerebro.
El hombre en su camino de evolución, se ha preocupado de mejorar en distintas maneras la calidad de vida de las personas, y en este afán ha encontrado distintos métodos de extraer de la naturaleza “lo mejor”, descartando “lo peor”. Un ejemplo, es la pérdida de la capacidad de autopercepción física. A muchos adultos les sucede que no se dan cuenta cuando están enfermos, estresados, o con dolencias hasta que éstas se convierten en casi insoportables. El cuerpo da permanente señales cuando algo no anda bien, pero como durante toda la vida nos hemos acostumbrado a andar demasiado abrigados para no sentir frío; demasiado cubiertos para evitar el contacto con el sol, a comer hasta estar demasiado satisfechos sin hacer caso de la advertencia del estómago, a tomar energéticas para no sentir sueño, y de esta manera se pierde la conexión de la sensación con la percepción.
Cuando los niños crecen en ambientes y situaciones recurrentes en que no se les permite disfrutar de su conexión con el entorno, los sentidos se desorientan y pierden de a poco la capacidad de conectarse con él, aunque afortunadamente esta capacidad siempre permanece latente en espera de los estímulos y las señales adecuadas. El obstáculo aquí es que una conducta repetida varias veces, se convierte en hábito y el hábito se convierte en una actitud permanente por medio de la cual, una persona ya crecida se acostumbra a llevar adelante su vida sin conectarse con su entorno.
¿Cómo volver entonces a esta relación armónica con el entorno? Al acercarse continuamente a él, como si fuera un despertar, se puede conocer el entorno natural y social que nos acompaña. Una vez que se conoce el entorno, se respeta, se admira y se quiere. Afortunadamente los niños pueden hacer este cambio de forma mucho más simple pues aún no están tan desapegados de él y están en una etapa de permanente conocimiento de las personas que lo rodean, de la naturaleza de su entorno, con las características particulares de cada lugar.
Todos hemos sentido alguna vez una sensación de conexión íntima con el cosmos, que produce sensación de satisfacción y emoción que lleva a respirar hondo y a cerrar los ojos para “sentir”. Si se piensa en el recuerdo de una situación de este tipo, la gran mayoría de las veces estará relacionado con estar en medio de la naturaleza y sentirse en armonía perfecta con el universo. La invitación entonces es a invertir en tiempo y experiencias que le permitan a los niños no olvidar esta conexión con ellos mismos y con el entorno de naturaleza y de personas que lo rodea.
María Inés Cifuentes
Educadora inicial
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